400 pasos bajo la lluvia

Los periódicos de Zaragoza dedicaban hoy un buen espacio a la reapertura, ayer, del Museo Pablo Gargallo. Para poder verlo en todo su esplendor me he acercado hasta el Palacio de los Argillo y un señor que estaba en la puerta me ha dicho que no podía pasar, que aún estaban de obras.
He aprovechado el viaje para pasear por su entorno. Llovía y lo primero que he hecho ha sido comprarme un gorro impermeable en la sombrerería de la esquina, la de toda la vida. Me ha atendido muy amablemente María y me ha abierto el escaparate para que fotografiase a Harold Lloyd.
He "echado gasolina" en La Republicana y he regresado a la Plaza de San Felipe. Montal sigue siendo ultramarinos de referencia. Da gusto ser atendido como un ser humano (que tiene posibles, naturalmente). La Antigua Casa Fortea se mantiene igual que en la fotografía del legionario italiano que proyectaron en la conferencia de la Memoria Histórica. En su sala de exposiciones se puede ver "Transito" de José Orús. Esperando a que abrieran la Flor aún he podido fotografiar un gato. ¡En fin, un típico día de otoño de principios del siglo pasado!

He colgado once fotografías de este periplo aquí, en Fotos.