Una piedra, negra, rotunda, hallada en Cabo de Gata, es el asiento de esta silla con piernas de Viuda joven y espalda de rubí. Una pieza única, irrepetible, de la obra de Susana Vacas "Sillas-Corazón".
La artista recoge restos de naufragios emocionales y con desvelos e insomnios crea, siempre en la noche, un mobiliario para que nuestras pupilas descansen de la rutina.
Quiero fotografiar en color alguna de estas "Sillas-Corazón", en especial las eróticas, que yo llamo sillas-gatas-golfas, que he visto en los escaparates de So-Ho y La Prendería y que, a su escala (éstas tienen unos seis centímetros de altura), imagino en la alcoba de Philippe Starck.
