Cuatro cuartos

1. Fui un bebé tan rollizo que me trajeron dos cigüeñas. Me dejaron, de recuerdo, un peine azul con sus retratos.
2. A los dos años solté mi primera onomatopeya: "cacúm", para referirme al martillo.
3. La primera situación de miedo, de ese que te deja la sangre helada, la viví a los tres años cuando un deshollinador gritó a través del hueco de la chimenea: "¡Baja, Máximo, y llévatelo!". Y me di por aludido.
4. Los cuatro cuentos que me contaron a los cuatro años no los he olvidado.