¿No sé si hay algún museo en el mundo que sea un negocio? Tal vez lo sea el de Madame Tussauds. Pero me refiero a museos de arte. Pienso que se hacen por amor. Por amor al arte. Como la investigación teórica. Y que son inversiones intelectuales muy importantes. Por lo que leo en las propuestas políticas preelectorales, parece renacer un neopragmatismo (aunque nadie haya leído nunca a los pragmáticos ni sepa quién es William James): "La Universidad debe fabricar enfermeras, que es lo que demanda el mercado, y dejarse de filologías". En mis años mozos, el ministro Solís decía: "Más gimnasia y menos latín". Por lo que veo, se salió con la suya. ¡Que tengamos suertecica!