Eduardo Lagunilla de Plandolit

Acudo a "El Seminario". Tengo una cita previa, a las 11:50 h, que he gestionado por Internet. Llego muy pronto. Son las 11:00 h. Tomaré un café para hacer tiempo. Se está bien en la terraza. El agua está muy limpia, sólo un DIN A-4 flota en la superficie. Siento un impulso de anuncio de colonia. No puedo evitar "pescarlo". Es un papel. Blanco por una cara y por la otra hay un dibujo fotocopiado y algunas letras. Está tan mojado que está a punto de romperse en mis manos. Lo pongo a secar en el suelo. Tomo mi café solo, sólo. Ya se habrá secado. Sí, lo puedo leer. ¡No me lo creo!