La montañica majica

Querido padre,
por la presente le comunico que tardaré en regresar al pueblo más de lo previsto. Resulta que ayer, cuando estaba hablando con el doctor que lleva a madre, me entró un ataque de tos. Para mi que me atraganté con un trocico de regaliz, que había comprado nada más bajar del autobús, en Alcaine, cuando fui por los caramelos de miel para madre. El caso es que el doctor Arenal empezó a decir que no le gustaba nada esta tos y que patatín patatán. Que si quítate la zamarra, el chaleco, la camisa, la camiseta y me pone la oreja en la espalda y me da golpes y que "esto no me gusta nada". Y aquí me tiene, en la misma planta de madre, pero en el pasillo de los impares. Cuando sepa algo más, se lo haré saber. Por favor, que no le falte de nada a Platerico. Y usted, ¡cuídese mucho! y no fume que madre y yo debemos de estar aquí por culpa de sus farias. En la postal se ve la foto de la montañica que está en el centro de la planta, entre hombres y mujeres. Es muy majica y creo que ayuda a que tengamos un aire más puro, aunque ¡aire de puro es lo que nos está matando!