Algunos entresuelos tienen vistas floridas. Posiblemente, también, cantos de mirlos enamorados.
Imagino que, en un futuro, si seguimos por aquí, habitando laTierra y aumentando la población, no quedará otro remedio que disponer de un huerto-jardín en lo que ahora es la cubierta. No es ningún invento, ya se está haciendo, me refiero a planificarlo a gran escala.
El paseo de Sagasta aun guarda buenos recuerdos de otros tiempos, anteriores a la piqueta salvaje.