Dictado 056

Lo que era, era un mono.                                                                                                                                         No un mono de verdad, sino un mono de madera. Pesado por el agua que había tragado y con cicatrices de alquitrán, estaba agazapado sobre su pedestal, remoto y santo, de largo hocico, y extrañamente extranjero. Lo cepillé, y lo sequé, y admiré su pelo delicadamente tallado. No se parecía a ningún mono que hubiera visto, comiendo cacahuetes y tonto. Tenía la noble pose de un Pensador simiesco. Ahora descubro que el tótem que amorosamente separé de sus amnios de algas (y que en el ínterin, ay, he extraviado con el resto del equipaje de la infancia) era un Babuino Sagrado.

Este fragmento pertenece al libro La caja de los deseos, de Sylvia Plath, editado por Nórdica Libros.