Los viernes por la noche, después de la cena loca, con los dientes limpios y el pijama puesto, hacíamos cine chino. Un juego que Laura se había inventado. Apagábamos las luces y uno de nosotros proyectaba la luz de una linterna sobre el techo del dormitorio colocando en medio un objeto que había que reconocer por su sombra. Bruno vino a pasar un fin de semana a nuestra casa. Por supuesto, participó de nuestro cine chino y nos sorprendió con todas las figuras que fue capaz de hacer con un tenedor. Doblando sus dientes, los del tenedor, ¡claro!, consiguió hacer los gestos que hacemos con la mano como los cuernos y muchas cosas más.
Le forchette de Munari es un cuento editado por Maurizio Corraini.